EL CONTEXTO HISTORICO-SOCIAL DE LA EDUCACION
TEMA: EL CONTEXTO HISTORICO-SOCIAL DE LA EDUCACION
El desarrollo de este trabajo, esboza todos los procesos históricos, sociales, políticos, económicos, que el hombre ha llevado a cabo dentro del proceso educativo. En primer lugar daré a conocer el pensamiento de Brunner en cuanto a los cambios paradigmáticos que se han dado en la educación, explicaré los aportes dados por Marco Raúl Mejía y Stiglitz y finalizaré con el pensamiento educativo de Jacques Delors.
Brunner afirma que la educación por no tener una autonomía propia, fija, establecida, ha tenido que acondicionarse a los intereses de la sociedad, la cultura, la demografía, las condiciones políticas, la economía, la tecnología, todos los factores externos y factores internos que esta demanda. Es decir que sus cambios son causa del entorno social, científico, político, económico, cultural. Es por eso que el curso de la educación, la escuela, la educación pública, la enseñanza, no son estáticos, permanentes, fijos, inmutables; sino que mudan, se transforman, y deben adaptarse a nuevas circunstancias. Esto es lo que llamamos revoluciones educacionales o cambios de paradigma en los distintos modelos educativos. Son procesos que duran, pero que con el tiempo cambian por la influencia de la sociedad, el dominio de una cultura, nuevas prácticas culturales, y por lo tanto aparece un nuevo principio-proyecto educacional dentro de la sociedad.
Dentro de las revoluciones educacionales hay que tener en cuenta los procesos educativos a través de las etapas de la historia. Caracterizando la época clásica se puede decir que los tipos de aprendizaje eran tan dispares, con métodos que no coincidían con la estructura de la sociedad: el manejo de la memoria, la imitación, el uso del premio-castigo. Pero con la aparición de la escuela, aparece todo el proceso educativo, sistematizado, deliberado, especializado, teniendo como eje central, la enseñanza. Este proceso lo desarrolló la educación medieval: la primera revolución educacional con un paradigma educativo institucional, metódico y didáctico. Aunque el tipo de educación medieval influyó en las formas de pensar, de ser, de actuar del hombre de esta época, hay que rescatar sus puntos positivos.
La próxima revolución tiene que ver ya con la creación de sistemas escolares públicos. Se da entre el renacimiento y la revolución industrial. El cambio de paradigma se nota de manera muy radical: de un sistema privado a un sistema público, de la jerarquía eclesial a un estado burocrático. En este periodo la educación se caracteriza por la secularización, la homogeneización, la relativa cultura científica, la imprenta, el aprendizaje mediante textos-obras escritos. La palabra, el conocimiento son razonados, experimentados, argumentados. Aparecen las ideologías como forma de organización social, religiosa, política, se llevan a cabo regulaciones en cuanto a la responsabilidad de los profesores, comportamiento, disciplina escolar, etc. Se puede decir que en la época moderna el centro de la educación es el alumno.
La tercera revolución tiene que ver con la enseñanza masiva, con la alfabetización de todos, con la estandarización. Aparece la división mecánica del trabajo, la masificación de productos industriales, jerarquización de las funciones y posiciones. En esta etapa la educación tiene que ir a la par con la parte productiva, todo depende de la educación para el desarrollo económico de un país. El proceso de aprendizaje en este paradigma está diseñado en cuanto al ejercicio de actividades precisas, optimas. De igual forma se inculca el conformismo, el patriotismo, el sentido de pertenencia, de ahí la práctica de la educación estatal que hasta nuestros días se pone en práctica: los estándares, establecimientos supervisados, control del tiempo y tareas formativas, formación profesional de los docentes, calificación y promoción de los alumnos mediante exámenes, aparecen las ciencias de la educación como base conceptual y metodológica, todo esto con el propósito de construir el futuro del estado contemporáneo. Así los deberes de la educación no solo es la enseñanza- aprendizaje integrales en el sujeto, sino que tiene que contribuir a la construcción de la nación, la democracia y el mercado, acentuando los intereses de estos.
El siglo XX y XXI nos ha llevado a una cuarta revolución que tiene que ver con el proceso de desarrollo de nuevas tecnologías. Los fines de la educación han sido transformados, renovados, cambiados, reestructurados por fuerzas materiales e intelectuales. La aplicación de conocimiento e información a los usuarios de esta época es el principal objetivo de la revolución tecnológica, y el procesamiento-comunicación, es el objetivo que se aplica a los dispositivos tecnológicos. Por tanto la educación debe acondicionarse a este sistema productivo global, por medio del entorno que conlleva otros fines, como, la tecnología de información y comunicación, el contexto económico-social, la sociedad informatizada y el proceso global y rápido para adquirir el conocimiento.
Dentro del contexto de esta revolución se han generado muchas críticas por parte de pedagogos, políticos, economistas, que han sido y son conscientes del problema que atraviesa no solo la educación, sino también todo el sector publico. Entre ellos tenemos a Marco R. Mejía quien nos explica que en las últimas décadas del siglo XX se han dado grandes transformaciones que se definen como reestructuraciones, remodelaciones, reorganizaciones, descentralizaciones en el campo educativo, social, político, cultural y económico. Esto llevó a una subordinación de lo privado sobre lo estatal, lo global sobre lo local, los acuerdos internacionales sobre los derechos de las naciones. De esta forma los estados se convierten en generadores de pobreza, desigualdad, marginalidad de los grupos sociales, miseria, disminución de empleo, educación elitizada, marginalidad de los grupos sociales, costos ambientales en los países beneficiados por recursos naturales, desigualdad económica (acceso a los recursos disponibles del planeta), conocimiento fragmentado, etc. Además esto influyó de manera eficaz en la educación, es decir que la educación también tenía que ajustarse, a la reestructuración productiva, debía estar al servicio del proyecto productivo mundial, al servicio de la competitividad, la educación se dio por encima de nuestras condiciones materiales, culturales, se desarrolló como un espacio conflictivo y transformado, la escuela tomaba otro camino, nuevas dinámicas, exigiéndole la reconfiguración de su institucionalidad y de su quehacer pedagógico. Todo este proceso terminó poniendo en relevancia ciertos aspectos, y revalorizando otros, modificando el proyecto educativo escolar y educativo, los profesores pasan a un segundo plano, despojándolos de su función crítica y pública.
Con la globalización se cambian las formas de vida, se reorganiza el Estado-nación, se reestructuran los mercados nacionales pasando a un mercado global, internacional, todo lo local pierde vigencia, se reduce el gasto publico de los países, se amplía el capital humano, trayendo como consecuencias las diferencias salariales, aumenta la desigualdad social, aumentan las redes globales de comunicación e información. El cambio por lo tanto no solo se dio en cuanto a estructura, sino también en las formas de concebir lo social, lo cultural, lo político, son cambios de estructura socio tecnológica.
Dentro de este sistema se construye un sujeto que responda a las necesidades del mercado global, que esté atento a los intereses del nuevo sistema capitalista globalizado. El sujeto de esta forma se cohíbe de su libertad de vivir, de tomar decisiones, de pensar, de actuar. Este sistema al generar grandes cambios, lo fragmenta, se crean individuos flexibles, nuevas competencias, habilidades, capacidades, se desplaza al proletariado industrial, el trabajo humano tradicional, y se gesta una nueva forma de ser, una subjetividad nueva para acondicionarse a la empleabilidad, a la autonomía relativa. Con el nuevo capitalismo subyace la desocupación, la desvalorización subjetiva, la violencia. Se pierden los derechos sociales, educativos, económicos (redistribución de la riqueza).
El potencial tecnológico repercute de manera muy radical en los contextos sociales. Hoy en día la sociedad se dedica solamente a procesar información y esto conlleva a buscar nuevas formas de comunicación, nuevas formas de trabajo, de comercio, de ocio, etc. La cultura pierde todo el valor simbólico, significativo que antes poseía. Ahora se entiende por cultura no como conocimiento, educación; sino como riqueza de las naciones. Toda la cultura se ha reorganizado, teniendo en cuenta los sistemas más avanzados, perdiendo las nociones de tiempo y espacio y adaptándose cada día a las nuevas redes globales de intercomunicación.
En cuanto a los nuevos contextos de la educación, se plantean los cambios que debe enfrentar la educación de aquí en adelante. Estos cambios son: el conocimiento deja de ser lento, escaso y estable, es decir que debe ser dinámico, expandible, que cada día se renueve. En segundo lugar, los centros escolares dejan de ser los únicos medios para adquirir el conocimiento, se adicionan dispositivos electrónicos, medios que sean más inmediatos. En tercer lugar, cambian los soportes exclusivos de la comunicación educacional, que eran la palabra del profesor y los textos escritos. Se establecen ahora otros medios como la TV, la radio, los diarios, revistas, la Web, es decir se cambiaron todos los modelos pedagógicos. En cuarto lugar se exige replantear el sistema educativo enfatizando al manejo de destrezas y competencias. Es decir que la educación no debe tener limitaciones a la hora de contribuir a los intereses del mercado. En quinto lugar, las tecnologías tradicionales se conciben como precarias para poder adquirir el conocimiento y la información óptimos. En sexto lugar, la educación tiene que entrar en el sistema global, alejándose cada vez más del sistema nacional del estado. En séptimo lugar, la educación ya no opera en un medio estable de socialización, sino que tiene que estar sujeta a los cambios que experimenta la dimensión social, cultural, política. Las instituciones de tipo tradicional han perdido relevancia en cuanto a la participación dentro del estado.
Dentro de esta misma interpretación Stiglitz explica estas transformaciones en materia económica, la forma como los mercados locales han perdido vigencia y en efecto el surgimiento de la liberación de estos, la privatización del aparato productivo estatal, intervención mínima del gobierno en política económica, estos factores son concernientes al “Consenso de Washington”. Él enfatiza que el modelo capitalista afectó principalmente a los países en desarrollo: el fundamentalismo del mercado, es decir, el sostenimiento y el resultado económico del mercado internacional son la prioridad, la lógica del mercado determina la política económica que deben acatar los Estados en materia económica. Con esto se transforma no sólo la economía de un Estado soberano, sino también nuestros ideales, convirtiendo toda la economía nacional en banca multilateral, la economía ya no es social, sino que está determinada por un poder supraestatal.
En la actualidad dentro de la economía se han establecido reglas para gobernarla, se redefinen las estrategias de cada país, se crean nuevos y poderosos patrones culturales, llevando así a los países en vías de desarrollo, a la pobreza y la miseria. En cuanto a los países capitalistas, la globalización fue estrategia para acumular riquezas, favoreciendo a unos pocos y perjudicando a toda una política proyectada para el desarrollo integral de una comunidad o de una población. Para Stiglitz el capitalismo globalizado ha sido un sistema que ha beneficiado a unos pocos, y ha perjudicado a muchos.
El escenario educativo de la ilustración se perdió, el proyecto de la sociedad moderna que tenía un proceso de educación gratuita, laica, única, obligatoria, y que además se proponía la cualificación profesional y cultural del sujeto que le permitiera una mejor vida, una escala a nivel social, se vio truncada con el sistema educativo globalizado. Marco R. Mejía nos dice que “hay que deconstruir lo heredado para reconstruir lo nuevo”. Se necesitan crear áreas de lucha, de conflicto, para que el proceso educativo se convierta en un derecho, en un asunto público. Se ve la necesidad de replantear, crear, articular nuevos espacios para transformar la realidad social, política, cultural, renovar las organizaciones gremiales de los maestros, es decir reivindicarnos, comprometernos con la tarea educativa.
De esta forma Delors afirma queel deber de los educandos y de los educadores es que cada día aprovechen la oportunidad de actualizarse, de profundizar, de enriquecerse y de adaptarse a un mundo que necesita conocimientos, habilidades y procesos nuevos y que por lo tanto está en permanente cambio. Él habla de cuatro pilares, fundamentos, bases, que debe tener la educación en la actualidad. Estos pilares son: aprender a conocer: dice que el conocimiento es un medio para descubrir el mundo que nos rodea, para vivir en sociedad, para desarrollar las capacidades, habilidades, destrezas que debemos tener. Aprender a hacer. Es decir enseñarle al alumno a poner en práctica lo aprendido o lo que él adquirió en el proceso de aprendizaje. En la actualidad se ha desvalorizado el trabajo ejercido por la mano del hombre, se ha desmaterializado, debido a que en la industria se ejercita más el “carácter cognitivo de las tareas”. El aprendizaje no solo se queda en realizar una tarea, como el trabajo de los asalariados, sino que debe evolucionar a través de la evolución intelectual. Dentro de la educación es importante tener en cuenta la convivencia con los demás. En nuestros contextos sociales, la necesidad de comunicación, de interrelaciones se acentúa cada vez más. Aprender a ser enfatiza la autonomía del sujeto, su dimensión intelectual, física, moral, social, su deber que tiene consigo mismo y para con los demás. Cuando él se conoce a sí mismo quiere decir que es un sujeto autónomo libre de condicionamientos.
La anterior, es una de las tareas que debe proponerse la educación. Además ante los grandes cambios sociales, culturales, económicos, la educación debe construir nuevas tareas, exigencias formativas, no solo en los centros escolares, sino en los distintos contextos sociales. Otra de las perspectivas que debe manejar la educación es el reconocimiento de la interculturalidad y la multiculturalidad como elementos indispensables dentro del contexto socioeducativo. Como también dentro de los contextos hay que educar la formación de la familia y la formación de valores de esta. Conviene estudiar los espacios para la convivencia y la prevención de violencia escolar. Hay que construir un puente entre los centros escolares y la diversidad de entornos en los que el sujeto se inserta.
ISAAC GUILLERMO CUAICAL
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